Navegar por la nueva era de la fabricación internacional
El panorama de los contratos internacionales de fabricación ha experimentado cambios significativos. Si ha percibido este cambio, puede estar seguro de que no es el único.
Atrás quedaron los días en que la contratación internacional significaba en gran medida comprar productos "listos para usar", como camisetas o bolsas de ordenador, artículos que seguían normas universales. El juego empezó a cambiar cuando los compradores extranjeros deseaban pequeños retoques de estos productos estándar, y la verdadera transformación se produjo cuando empezaron a proporcionar especificaciones completas de los productos a sus fábricas.
Sin embargo, muchos compradores no han actualizado sus prácticas. Siguen basándose en acuerdos genéricos u órdenes de compra básicas. En el mundo de la fabricación actual, estos planteamientos no solo están desfasados, sino que son arriesgados.
En este artículo, profundizaremos en la evolución de las complejidades de la fabricación y en las consideraciones contractuales clave que estos cambios justifican.
Comprender las categorías de productos
Los compradores internacionales de productos suelen navegar por las cuatro categorías de productos siguientes:
- Fuente abierta/Producto estándar del comprador
- Producto estándar de fábrica
- Producto estándar personalizado
- Producto diseñado por el comprador
- Producto co-diseñado
Es importante diferenciar entre estos tipos de productos debido a sus distintas necesidades contractuales. Sin embargo, muchas fábricas no clasifican claramente estos productos, lo que puede dar lugar a confusiones y complicaciones.
1. Fuente abierta/Producto estándar del comprador
Se trata de artículos como camisetas y gasas médicas, cuyos diseños se ajustan a las normas mundiales. Sus especificaciones, como el número de hilos o el color, no están patentadas. Estos productos universalmente reconocidos se fabrican en todo el mundo, principalmente de acuerdo con especificaciones internacionales preestablecidas. Los criterios para estos productos suelen derivarse de estas normas mundiales, y se espera que las fábricas las cumplan. Por ejemplo, al considerar el tejido de camisetas o ropa interior, se puede hacer referencia al número de hilos reconocido internacionalmente o al color Pantone.
2. Producto estándar de fábrica
Se trata de otra variante del espectro de productos "off the shelf". En este contexto, la fábrica proclama la propiedad del diseño. Aunque hay casos en los que la entidad fabricante realmente conceptualizó y es propietaria del diseño, también hay situaciones en las que el diseño se ha "tomado prestado" o incluso se ha copiado descaradamente. Ocurre a menudo con productos más complejos, como maquinaria, equipos o dispositivos electrónicos, en los que la patente original ha caducado, lo que permite su reproducción sin repercusiones legales. Sin embargo, hay ocasiones en que una fábrica puede copiar en secreto un diseño, lo que podría dar lugar a litigios si otra parte alega que es propietaria de ese diseño.
Aunque estos dos tipos de productos se etiquetaron en su día como "estándar" o "listos para usar", es esencial distinguir entre los productos que se adhieren a normas universales y los establecidos por los fabricantes".
En el caso de los productos "listos para usar", las especificaciones las suele fijar el fabricante en lugar de las normas universales del sector. Además, la garantía suele asegurar que la fábrica extranjera cumplirá sus propias especificaciones. Además, debe haber una garantía de que el fabricante posee realmente los derechos de propiedad intelectual del producto.
Como esta distinción suele pasarse por alto, no ha habido un término universalmente aceptado para el segundo tipo de producto "estándar". Como consecuencia, los compradores suelen tratar erróneamente el segundo tipo de producto como si fuera el primero, lo que puede dar lugar a complicaciones. En aras de la claridad, nos referiremos al primer tipo de producto como "producto estándar" y llamaremos al segundo tipo de producto "producto patentado por el fabricante".
3. Producto estándar personalizado
En esta categoría, la fábrica suele ser propietaria de la tecnología básica y el comprador extranjero tiene derechos sobre la apariencia externa o la carcasa. Esto ocurre a menudo con los dispositivos médicos y electrónicos. En este caso, la fábrica posee los derechos sobre los componentes tecnológicos, pero el comprador extranjero tiene los derechos sobre el diseño exterior, incluida la carcasa que alberga la tecnología. Una postura muy extendida entre las fábricas de electrónica (especialmente en Asia) es que el comprador puede transferir el diseño de la carcasa a otra fábrica, pero no puede hacer lo mismo con sus componentes técnicos internos.
Esta delimitación suele dar lugar a malentendidos entre los compradores extranjeros. Muchos entran en negociaciones asumiendo que tienen derecho a trasladar todo el producto -tanto su carcasa como sus componentes técnicos internos- a otra fábrica para su fabricación. Según la experiencia de los abogados especializados en fabricación internacional de mi bufete, los compradores extranjeros a menudo pretenden trasladar toda la fabricación del producto a otra fábrica, habiendo basado todo su modelo de negocio en esta premisa. A menudo esto no puede ocurrir si la fábrica alega ser propietaria de una parte o de la totalidad de la propiedad intelectual.
4. Producto diseñado por el comprador
El comprador del producto ha diseñado su propio producto y normalmente posee la propiedad intelectual de ese producto en su país de origen. Este comprador busca el mejor fabricante extranjero para fabricar su producto y sus principales preocupaciones suelen ser obtener un buen producto a tiempo y no perder su PI a manos de su fabricante extranjero o de cualquier otra persona.
5. Producto codiseñado
Esta categoría de productos engloba el producto genuinamente codiseñado. En este caso, tanto el comprador como la fábrica colaboran en la creación del producto. Estos productos requieren un acuerdo de propiedad del producto o de desarrollo conjunto. Muchos compradores extranjeros, asumiendo erróneamente que son los únicos propietarios del diseño, ignoran los intrincados matices jurídicos y acaban renunciando inadvertidamente a sus derechos de propiedad intelectual. Para saber cómo las empresas comprometen inadvertidamente su propiedad intelectual, consulte China and The Internet of Things y How to Destroy Your Own Company.
La evolución de los productos exige una mayor complejidad contractual
Impulsado por el auge de los productos IoT, las tecnologías de conducción autónoma, la robótica avanzada, los dispositivos impulsados por IA y otros productos sofisticados que integran diseño, hardware y software de una amplia gama de fuentes -muchas más allá de la supervisión tanto del comprador como del fabricante del producto en el extranjero-, el panorama de la complejidad sigue ampliándose.
Todo esto significa que las órdenes de compra o los acuerdos de compra genéricos y omnicomprensivos rara vez son suficientes. Sin embargo, muchos compradores siguen anclados en metodologías contractuales anticuadas. Se equivocan al suponer que los procesos actuales son tan sencillos como lo eran antaño, cuando lo normal era adquirir productos estandarizados.
El panorama de los contratos internacionales de fabricación ha experimentado cambios significativos. Si quiere prosperar en el clima actual de la fabricación internacional, debe adoptar las prácticas contractuales más sofisticadas de hoy en día.