¿Cuándo debo llamar a mi abogado de empresa?
Los empresarios soportan pesadas cargas, a menudo durante años sin mucho respiro. Dirigir una empresa implica navegar por una compleja red de consideraciones jurídicas que pueden afectar a todos los aspectos de sus operaciones. Saber cuándo consultar a un abogado es crucial para proteger su empresa y garantizar el éxito a largo plazo. Desde la constitución de entidades hasta la negociación de contratos, pasando por la protección de la propiedad intelectual y el cumplimiento de la legislación laboral, la orientación de un abogado experto puede ayudarle a evitar errores costosos y a tomar decisiones con conocimiento de causa. Este artículo explora las situaciones clave en las que llamar a su abogado de empresa puede salvaguardar sus intereses y apoyar el crecimiento de su negocio.
Como extra, hemos creado este gráfico para que usted y su equipo lo tengan siempre a mano.
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Constitución, estructuración o reestructuración de entidades
Cuando decida constituir una nueva entidad empresarial o cambiar la estructura jurídica o fiscal de su empresa (por ejemplo, SRL, sociedad anónima, sociedad colectiva). Debe considerar el mejor tipo de entidad en función de la responsabilidad, la fiscalidad y la gestión. Esto es especialmente cierto cuando se incorpora un nuevo socio comercial, se establece una relación de tipo "joint venture" con otra empresa, o se ofrecen acciones u otras compensaciones basadas en acciones a un empleado o persona clave.
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Redacción o revisión de contratos
Siempre que necesite redactar, revisar o negociar contratos con clientes, proveedores o socios. Debe asegurarse de que los términos sean claros y aplicables para proteger sus intereses. Debe tener preparado un acuerdo de confidencialidad para utilizarlo con todos los clientes, proveedores y socios clave (excepto entidades gubernamentales).
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Protección de la propiedad intelectual
Cuando esté desarrollando o necesite proteger su propiedad intelectual, por ejemplo registrando marcas, derechos de autor o patentes. También debe tener un acuerdo de no divulgación con disposiciones de no elusión y no alteración, junto con una disposición de cesión de propiedad intelectual. Este acuerdo de confidencialidad debe aplicarse a sus empleados y contratistas que preparen cualquier tipo de producto de trabajo para usted.
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Cumplimiento de la legislación laboral
Para cuestiones relacionadas con la contratación, despido, gestión y compensación de empleados. Esto incluye la redacción de contratos de trabajo, acuerdos de despido, planes de compensación laboral, acuerdos de compensación derivados de acciones y manuales del empleado para garantizar el cumplimiento de las leyes laborales estatales y federales.
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Inversión externa o captación de capital
Si tiene previsto invertir en otra empresa o reunir capital a través de inversores, préstamos o crowdfunding. Debe navegar por las leyes de valores estatales y federales, revisar o redactar acuerdos de inversión y garantizar el cumplimiento de la normativa financiera.
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Cumplimiento de la normativa
Cumplir la normativa específica del sector, las normas de salud y seguridad, las leyes medioambientales, las licencias de entidades y proveedores de servicios y otros requisitos gubernamentales. Estos pueden aplicarse a la empresa, a sus propietarios, empleados y contratistas, y a los bienes inmuebles en los que opera su negocio, y le ayudarán a evitar sanciones e interrupciones operativas.
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Fusiones y adquisiciones
Si está pensando en comprar, vender, fusionarse o crear una empresa conjunta con otra empresa. Debe realizar las diligencias legales oportunas, entablar negociaciones y redactar documentos exhaustivos de la transacción para proteger sus intereses y lograr condiciones favorables durante y después de la transacción.
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Resolución de litigios y contenciosos
Cuando surgen disputas con clientes, empleados, socios o competidores. Antes de comprometerse con la parte contraria, debe discutir estrategias de resolución mediante negociación, mediación o litigio.
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Transacciones inmobiliarias
Para arrendar, comprar o vender propiedades comerciales, incluidos los bienes inmuebles que posee personalmente pero que utiliza para fines empresariales. Debe revisar y negociar los contratos inmobiliarios y los límites y restricciones de la propiedad, como servidumbres y licencias, para asegurarse de que las condiciones se ajustan a sus necesidades empresariales, protegen sus derechos y son eficientes desde el punto de vista fiscal.
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Gobierno corporativo
Garantizar prácticas de gobierno adecuadas, como el mantenimiento de registros legales y financieros de la empresa, la celebración de reuniones anuales y el cumplimiento de los estatutos y los acuerdos de accionistas. Estos requisitos formales suelen ser sencillos, pero no deben pasarse por alto para ayudar a evitar la responsabilidad personal, crear un registro cronológico exhaustivo y garantizar un funcionamiento fluido ahora y en el futuro.
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Estrategias de salida y planificación de la sucesión
Planificar la eventual venta, traspaso o cierre de su empresa. Cada uno de estos procesos conlleva consideraciones jurídicas complejas que requieren una estrategia que maximice el valor de su propiedad y garantice una transición fluida sin ramificaciones legales significativas tras el cierre.
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Gestión de riesgos
Identifique y mitigue de forma proactiva los posibles riesgos jurídicos de sus operaciones empresariales. Entre ellos se incluyen los posibles problemas de responsabilidad civil, la obtención de una cobertura de seguro adecuada y su revisión periódica, y mantenerse al día de los cambios normativos en torno a su modelo de negocio y sus empleados.
Conclusión
Contratar de forma proactiva a un abogado de empresa en momentos críticos de su trayectoria empresarial puede ser la diferencia entre prosperar o enfrentarse a problemas legales. Tanto si está estructurando su empresa, protegiendo la propiedad intelectual o preparándose para una fusión, el asesoramiento jurídico de un experto tiene un valor incalculable. Si sabe cuándo buscar asesoramiento jurídico, podrá sortear las complejidades con confianza, asegurar el futuro de su empresa y centrarse en lo que realmente importa: el crecimiento de su empresa. No espere a que surjan problemas legales. Convierta hoy mismo a su abogado en parte integrante de su planificación estratégica.