El año 2021 fue una montaña rusa emocional para la banca de la marihuana. Culminó con la muerte de la Ley Bancaria de Aplicación Segura y Justa(SAFE) en el Senado, cuando no entró en la Ley de Autorización de Defensa Nacional ("NDAA"). Como resultado, las empresas de cannabis con licencia se quedan colgadas y secas(de nuevo) en un amplio acceso a la banca de la marihuana.
La cuestión enloquecedora es que la Ley Bancaria SAFE fue aprobada por la Cámara de Representantes nada menos que cinco veces en los últimos tres años. Y lo que es peor, los demócratas controlan el Congreso y la Casa Blanca, y los principales demócratas del Senado eliminaron el proyecto de ley esta última vez por razones esencialmente políticas.
El representante Ed Perlmutter (de Colorado), principal promotor de la SAFE Banking Act, prometió presentar una enmienda a la NDAA para volver a incluir la SAFE Banking Act. Sin embargo, al final se echó atrás, ya que tal medida podría haber hecho descarrilar la aprobación de la NDAA por completo.
Ahora, gracias a los esfuerzos del congresista Perlmutter, la Ley de Banca Segura ha resucitado como anexo a la Ley de Creación de Oportunidades para Promover Significativamente la Excelencia Tecnológica en Estados Unidos de 2022 ("COMPETES"). COMPETES es otro proyecto de ley de gastos centrado en hacer "más fuertes nuestras cadenas de suministro" y garantizar que podamos competir con China en diversos sectores industriales y tecnológicos. El congresista Perlmutter se retira del Congreso después de esta sesión, así que espero que este sea su mayor impulso para conseguir que la banca de la marihuana esté totalmente en línea a nivel federal.
El problema, sin embargo, es el siguiente: el lenguaje de SAFE Banking volvería finalmente al Senado para su consideración (ya ha sido preliminarmente aprobado por la Cámara para su inclusión). Los principales demócratas del Senado, que afirman apoyar la legalización del cannabis, han adoptado la postura de que la manera de proceder en este caso no es ir minando la prohibición federal con una legislación poco sistemática como la SAFE Banking (o una reforma fiscal singular).
Al final, es muy probable que la banca segura vuelva a morir. Nadie sabe si será por culpa de ciertos demócratas movidos por el ego o porque el Partido Republicano arrolle a los demócratas en las elecciones de mitad de mandato. La esperanza que me queda es la Ley de Reforma de los Estados, que resolvería el problema de la banca de un plumazo mediante una amplia legalización.
Permanezca atento.