Proteja su empresa reduciendo sus riesgos en China

Aumentan los riesgos comerciales entre EE.UU. y China

¿Está su empresa preparada para las actuales tensiones entre Estados Unidos y China?

Durante años, las empresas estadounidenses creyeron que los fuertes lazos económicos con China podían protegerlas de las consecuencias políticas. Esta suposición dio a las empresas una falsa sensación de seguridad, que ahora se ha hecho añicos bajo el peso de la escalada de las tensiones geopolíticas.

Hacer negocios en o con China es cada vez más arriesgado. Desde el endurecimiento de las restricciones comerciales hasta cambios legales radicales, el panorama es más volátil que nunca. Si su empresa opera en China, obtiene materiales de proveedores chinos o colabora con entidades chinas, debe actuar ahora para protegerse a sí misma, a su empresa y a sus empleados de posibles consecuencias.

Demasiadas empresas siguen centrándose exclusivamente en los aranceles, mientras pasan por alto los riesgos legales, normativos y geopolíticos mucho más peligrosos -y cada vez mayores- de hacer negocios en China o con China,

Es hora de planificar para lo peor, aunque espere lo mejor. Esto es lo que debe saber y hacer para mitigar estos riesgos crecientes.

El fin de la suposición de que todo sigue igual

Muchas empresas estadounidenses creyeron en su día que, independientemente de las tensiones políticas, la interdependencia económica garantizaría la estabilidad. Esta creencia ya no es cierta. Los últimos acontecimientos revelan que las empresas ya no son inmunes a los cambios geopolíticos. Algunos ejemplos clave son:

1. Controles de exportación más estrictos

Estados Unidos ha aplicado estrictas normas a la exportación de tecnologías críticas como semiconductores, chips de inteligencia artificial y herramientas de fabricación avanzadas a empresas chinas. En respuesta, China ha impuesto sus propias restricciones a la exportación, dirigidas principalmente a minerales y materiales críticos esenciales para diversas industrias estadounidenses, así como a productos específicos de doble uso.

2. Restricciones a las inversiones salientes

Los inversores estadounidenses se enfrentan a nuevas barreras y escrutinio a la hora de colocar capital en sectores críticos para las tecnologías avanzadas de China.

3. La ampliación de la ley china contra el espionaje

Actividades como la investigación de mercado y la diligencia debida corporativa, antes rutinarias, corren ahora el riesgo de ser tachadas de "espionaje".

4. Aumento del uso de las prohibiciones de salida

Las autoridades chinas han impuesto prohibiciones de salida a ciudadanos extranjeros, prohibiendo a algunas personas abandonar el país incluso sin cargos formales.

5. Leyes de localización de datos

La normativa china obliga ahora a las empresas a almacenar dentro de sus fronteras cualquier dato recopilado en China. Esto hace que los datos sean totalmente accesibles para el gobierno.

6. Ley contra las sanciones extranjeras

La Ley china contra las sanciones extranjeras establece un marco jurídico para que Pekín tome represalias contra las entidades extranjeras que adopten medidas consideradas perjudiciales para los intereses de China.

Estas políticas, diseñadas para reforzar el control de China sobre su economía y la influencia extranjera, dejan profundamente expuestas a las empresas que operan en China.

Lecciones de Rusia

Para entender lo que podría venir después con China, consideremos las recientes acciones de Rusia tras su invasión de Ucrania. Cuando las relaciones con Occidente se deterioraron, las empresas extranjeras en Rusia se enfrentaron a trastornos inmediatos, entre otros:

  • Expropiaciones de bienes sin indemnización.
  • Cuentas bancarias congeladas de la noche a la mañana, haciendo inaccesibles los fondos.
  • Ejecutivos detenidos o a los que se impide salir del país.
  • Un colapso total de las protecciones legales para las partes interesadas extranjeras.

China está prestando mucha atención a estos acontecimientos, aprendiendo a aprovechar sus propios marcos jurídicos para aplicar métodos de represalia similares. Con herramientas como la Ley de Prohibición de Salidas, la Ley de Contraespionaje y la Ley de Sanciones contra el Extranjero, China está bien posicionada para aplicar medidas drásticas contra empresas y particulares estadounidenses cuando los conflictos geopolíticos se recrudecen.

Las empresas que hacen negocios en China o con China deben ahora prepararse para escenarios como:

  • Aplicación arbitraria de leyes ambiguas de seguridad nacional.
  • Transferencia forzosa de tecnologías patentadas o propiedad intelectual.
  • Medidas reglamentarias repentinas dirigidas a empresas extranjeras en sectores sensibles.
  • Disputas legales sin posibilidad realista de resolución en los tribunales chinos.
  • Empleados detenidos o con prohibición de salir del país.

Ignorar estos riesgos puede acarrear graves repercusiones legales, financieras y personales.

La semana pasada, un cliente antiguo me preguntó si su acuerdo NNN con un fabricante chino seguía siendo válido. Le dije que sí, que el acuerdo seguía siendo legalmente válido, pero que ya no podía afirmar con seguridad que un tribunal chino lo aplicaría para proteger su propiedad intelectual con la misma fiabilidad que hace cinco años.

Esa pregunta abrió la puerta a un debate más amplio sobre la mitigación de riesgos. En particular, analizamos si ahora tiene sentido que el cliente establezca una nueva entidad jurídica en una jurisdicción como Panamá o Singapur, que sirva como parte oficial para realizar todos los negocios con China en el futuro. Llevamos años ayudando a empresas de países de fuera de Estados Unidos a realizar este tipo de "cambio de nacionalidad".

Mi bufete ha ayudado a varias empresas de Europa del Este a "convertirse" en entidades estadounidenses para reforzar sus ofertas para grandes contratos internacionales de construcción. Nunca imaginé que llegaría el día en que las empresas estadounidenses preguntarían cómo transformarse en entidades extranjeras, simplemente para evitar los problemas que ahora conlleva ser estadounidense en determinados mercados.

Los objetivos de estas conversiones suelen ser dos:

  1. Crear cierto grado de separación jurídica y operativa entre la entidad estadounidense y los compromisos directos con China.

  2. Acceder a jurisdicciones con marcos jurídicos y mecanismos de resolución de litigios más favorables.

En el clima actual de crecientes tensiones geopolíticas y normas jurídicas cambiantes, este tipo de estrategias ya no son marginales, sino esenciales.

Lista de comprobación para mitigar los riesgos en China

Si su empresa depende de China en alguna medida, es fundamental una preparación proactiva. He aquí una guía paso a paso para ayudarle a proteger sus operaciones y a sus empleados.

1. Reevaluar y reforzar la gestión de riesgos

  • Realizar evaluaciones exhaustivas de los riesgos de la empresa que incorporen los riesgos geopolíticos, normativos y jurídicos.
  • Evalúe todos los aspectos de sus operaciones, desde las cadenas de suministro hasta los recursos humanos, para identificar posibles puntos vulnerables.

2. Proteja sus datos y su propiedad intelectual

  • Realizar una auditoría de datos completa para garantizar el cumplimiento de la Ley de Protección de Datos Personales (PIPL) y la Ley de Seguridad de Datos (DSL) de China.
  • Reducir al mínimo la cantidad de información confidencial o privada almacenada en China para protegerla del acceso gubernamental.

3. Establezca protocolos de crisis para el personal de su empresa

  • Desarrolle protocolos de seguridad exhaustivos para los empleados que trabajen o viajen a China. Esto debe incluir representación legal de emergencia, planes de comunicación de crisis y procedimientos de evacuación detallados.
  • Reducir los viajes no esenciales a China de ciudadanos estadounidenses, especialmente ejecutivos y personal clave, para minimizar la exposición.

4. Refuerce sus contratos

  • Revise todos sus contratos relacionados con operaciones en China para determinar qué debe modificarse para adaptarse a la realidad actual.
  • Si es posible, cambie sus contratos para reducir la huella de su empresa en China.

5. Inventario y salvaguardia de los activos expuestos a China

  • Cree un registro de todos los activos materiales e inmateriales expuestos a las operaciones chinas. Esto incluye marcas registradas, secretos comerciales y equipos de fabricación.

Desarrollar estrategias para reubicar activos o duplicar herramientas críticas fuera de China cuando sea posible.

Los riesgos de China son riesgos personales

Los ciudadanos estadounidenses que trabajan, invierten o viajan a China se enfrentan a una creciente vulnerabilidad jurídica. Casi todas las semanas, alguien nos pregunta sobre los riesgos personales que entraña hacer un breve viaje de negocios a China o aceptar un trabajo allí. Véase Cómo evaluar sus riesgos personales en China.

Nuestro bufete lleva casi dos décadas ofreciendo paquetes de evaluación de riesgos tanto a empresas como a particulares. En el pasado, casi todas las evaluaciones eran solicitadas por alguien que buscaba tranquilidad, esperando que le confirmáramos que era seguro ir a China. Ahora, cada vez son más los clientes que acuden a nosotros con la esperanza de que les ayudemos a justificar el hecho de no ir.

Según la modificada Ley de Contraespionaje china, actividades como la diligencia debida corporativa, la colaboración académica o las auditorías de cumplimiento podrían interpretarse ahora como "espionaje". En estos casos, las garantías procesales son mínimas, la seguridad del Estado prevalece sobre las protecciones legales y el acceso al apoyo consular puede ser incoherente.

Se ha extendido el uso de las prohibiciones de salida -impuestas sin justificación clara ni aviso previo-. Los tribunales chinos no están obligados a condenar -ni siquiera a acusar formalmente- a nadie para que una prohibición de salida surta efecto. Si su empresa está inmersa en un litigio con una entidad china, nuestro consejo suele ser que no envíe a ningún empleado a China mientras ese litigio siga sin resolverse.

Si su empresa tiene conflictos sin resolver con entidades chinas, o si se dedica a sectores sensibles, enviar empleados a China podría exponerlos a detención o a graves consecuencias legales.

El riesgo ya no es sólo para los resultados de las empresas, sino también para las personas.

Aligere su huella china

La inmensa mayoría de nuestros clientes que siguen haciendo negocios en o con China ya no se preguntan si deben reducir su exposición, sino que están inmersos en el proceso de hacerlo. En 2022, escribimos una entrada de blog titulada Su empresa y China: Should You Divest, Decouple, or Double-Down? en el que analizábamos las ventajas de reducir su presencia en China.

En la actualidad, observamos una tendencia clara y generalizada: aligerar la huella de China. Lo que esto significa en la práctica varía, pero la dirección es inequívoca.

Muchos de nuestros clientes ya lo han hecho:

  • Cerraron sus oficinas de Hong Kong, tras llegar a la conclusión -correcta- de que Hong Kong ofrece ahora sólo marginalmente más protección jurídica o política que la China continental.

  • Se retiró al personal clave tanto de China continental como de Hong Kong para minimizar la exposición individual a riesgos legales, prohibiciones de salida o medidas reguladoras repentinas.

  • Transfirieron su propiedad intelectual -enalgunos casos, con urgencia- de entidades chinas a filiales en jurisdicciones más estables como el Reino Unido, Francia o México.

  • Transformaron sus modelos de negocio, pasando de poseer y operar en China a trabajar con licenciatarios, distribuidores o empresas conjuntas locales con sólidas protecciones contractuales.

Las conversaciones que mantenemos hoy con los clientes son reveladoras. Las multinacionales ya no nos preguntan: "¿Deberíamos reducir nuestro riesgo en China?". Ya lo están haciendo. Sus preguntas se refieren más bien a confirmar lo que han hecho o a pedirnos que hagamos una prueba de estrés de la exposición que les queda.

Las empresas medianas suelen estar en transición. Quieren saber cómo reducir sus riesgos y también piden que se les presente a expertos, ya sea un estratega de la cadena de suministro, un consultor de conformidad de datos o alguien que pueda ayudarles a trasladar herramientas o propiedad intelectual.

Las empresas más pequeñas suelen apoyarse más en nosotros. No suelen tener abogados internos ni equipos de seguridad. Buscan orientación práctica e integral sobre cómo reducir su huella en China con recursos limitados y restricciones reales.

Tanto si las empresas recortan sus fuentes de aprovisionamiento como si desinvierten en sus operaciones chinas o adoptan una estrategia de mercado indirecto, el objetivo es el mismo: mantenerse en el juego sin verse atrapadas en el fuego cruzado de la política, la regulación o la volatilidad geopolítica.

Diferentes enfoques según el tamaño de la empresa

La aplicación de estas estrategias de mitigación de riesgos variará necesariamente en función del tamaño y los recursos de su organización.

Cuando se trata del riesgo en China, el tamaño importa. La forma en que una empresa de la lista Fortune 50 se desenvuelve en China es muy distinta de la de una empresa de comercio electrónico de 10 personas, y nosotros trabajamos con ambas.

Lo que funciona para uno puede ser imposible o innecesario para otro, por lo que las estrategias de mitigación de riesgos deben adaptarse a los recursos, la estructura y las prioridades de la empresa.

Para grandes multinacionales:

Estas empresas suelen tener equipos internos jurídicos, de cumplimiento y de riesgos, y a veces departamentos enteros centrados en China. Sus estrategias suelen incluir:

  • Diversificar la fabricación y las cadenas de suministro en varios países.

  • Compartimentación de las operaciones en China mediante estructuras jurídicas y cortafuegos internos.

  • Realizar evaluaciones periódicas de los riesgos geopolíticos, que nuestra empresa suele revisar anualmente.

  • Cambiar a modelos de activos ligeros, como la concesión de licencias o la distribución exclusiva, para reducir la exposición sin abandonar el mercado por completo.

Para medianas empresas:

Estas empresas suelen estar más expuestas de lo que les gustaría, pero aún tienen margen de maniobra. A menudo:

  • Buscan asesoramiento específico sobre cómo proteger su propiedad intelectual, trasladar sus datos o salir de una empresa conjunta arriesgada.

  • Pida que le recomienden especialistas en áreas como logística, cumplimiento de las normas de RRHH o controles financieros.

  • Recurrir a empresas jurídicas y de consultoría externas para cubrir las lagunas de experiencia sin necesidad de personal a tiempo completo.

Para pequeñas empresas y empresas de nueva creación:

Estas empresas suelen volar solas. Muchas de ellas:

  • Operar con estrategias de bricolaje, recurriendo a proveedores o plataformas en línea con escasa presencia sobre el terreno.

  • Son los más expuestos sin darse cuenta, sobre todo al robo de propiedad intelectual o al riesgo de pago.

  • Pídanos orientación paso a paso, y nosotros les ayudaremos a colocar barandillas que sean asequibles y eficaces.

  • A menudo se benefician de acuerdos de licencia o agencia que les dan acceso al mercado sin presencia física o legal en China.

Entendemos las limitaciones y presiones a las que se enfrenta cada uno de estos niveles. Por eso nuestra orientación siempre está adaptada, no solo a la exposición legal de una empresa, sino también a su capacidad de actuación.

Conclusión: La esperanza no es una estrategia

Aunque este artículo hace hincapié en los crecientes riesgos de hacer negocios en o con China, es importante reconocer que algunas empresas siguen operando allí con relativo éxito. Las empresas con vínculos locales de larga data, las que operan en sectores estratégicamente favorecidos como la fabricación avanzada o las tecnologías ecológicas, o las que cuentan con socios locales influyentes pueden encontrar menos problemas inmediatos. Sin embargo, incluso estas posiciones aparentemente estables son cada vez más vulnerables a medida que cambia el panorama geopolítico, a menudo sin previo aviso.

Las relaciones entre Estados Unidos y China no están simplemente en declive; están sufriendo un deterioro estructural. El entorno jurídico y estratégico es más nacionalista, más volátil y más antagónico cada mes que pasa.

Para las empresas y los ciudadanos estadounidenses, los viejos supuestos -neutralidad, pragmatismo y la noción de que el comercio trasciende la política- ya no se sostienen. Los conflictos geopolíticos tienen ahora consecuencias jurídicas, operativas e incluso personales. Para enfrentarse a esta nueva realidad, su empresa debe actuar, no esperar. Es decir:

  • Consulte a expertos jurídicos y geopolíticos: Comprenda sus vulnerabilidades específicas y elabore una estrategia informada.

  • Practique una gestión de riesgos vigilante: Reevalúe su exposición al riesgo, refuerce la protección de sus datos y su personal y anticípese a las amenazas normativas.

  • Planifique para los peores escenarios: Desarrolle planes de contingencia para interrupciones repentinas que afecten a su personal, socios o activos en China.

El coste para las empresas estadounidenses que hacen negocios en o con China incluye ahora el riesgo de convertirse en peón de un juego geopolítico mucho mayor. ¿Ha llegado el momento de que su empresa estadounidense haga sus negocios en China como una empresa de Panamá o Singapur?

La esperanza no es una estrategia y, en la China actual, es un lastre.

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