Una actualización de la prohibición de TikTok

Novedades sobre la prohibición de TikTok

En The Ticking Clock to a TikTok Stop, hablé del proyecto de ley de prohibición de TikTok que se estaba estudiando en el Congreso de Estados Unidos. El proyecto de ley pretendía abordar las preocupaciones sobre la seguridad nacional y la privacidad de los datos, derivadas de la propiedad de TikTok por ByteDance, una empresa china. El proyecto de ley no sólo ha sido aprobado por ambas cámaras del Congreso, sino que también ha sido promulgado por el Presidente Biden. Esta decisión histórica marca un momento importante en la actual tensión entre Estados Unidos y China, refleja conflictos geopolíticos más profundos y plantea cuestiones sobre la libertad de expresión y la soberanía digital.

Esta nueva ley da a la empresa matriz de TikTok, ByteDance, hasta el 24 de abril de 2025 para cumplirla. Básicamente, la ley exige a ByteDance que venda TikTok antes de esa fecha o se enfrentará a una prohibición total en Estados Unidos. La ley también restringirá la oferta de TikTok en las tiendas de aplicaciones y prohibirá a los servicios de alojamiento ofrecer soporte a la aplicación a menos que se venda la empresa. Como mencioné en mi anterior artículo, se esperaba que esta medida de EE.UU. diera lugar a litigios sobre la constitucionalidad de la ley, especialmente en lo que respecta a su posible interferencia con los derechos de la Primera Enmienda.

El gobierno estadounidense justificó la ley expresando su preocupación por el hecho de que las conexiones de ByteDance con China suponen una amenaza para la seguridad nacional que, si no se aborda, podría dar lugar a que los datos de los usuarios estadounidenses cayeran en manos de un adversario. Se preveía que si el proyecto se convertía en ley, TikTok lo impugnaría ante los tribunales, que es exactamente lo que ha ocurrido.

Comienzan las batallas legales de TikTok

El 14 de mayo de 2024, un grupo de creadores de TikTok presentó una demanda para bloquear la ley, argumentando que tendría un "profundo efecto en la vida estadounidense." TikTok y ByteDance también presentaron una demanda similar. El 20 de junio de 2024, TikTok presentó un escrito inicial ante un tribunal federal como parte de su esfuerzo por anular lo que considera una prohibición inconstitucional. TikTok argumentó que la ley se basa en "preocupaciones especulativas y analíticamente erróneas sobre la seguridad de los datos y la manipulación de contenidos". Afirmó además que, incluso si estas preocupaciones fueran válidas, podrían abordarse a través de medios mucho menos restrictivos y más estrechamente adaptados.

TikTok también alegó que permitir al Congreso imponer tal prohibición eludiría la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, permitiendo al gobierno cerrar cualquier editorial, periódico o sitio web bajo vagas preocupaciones de seguridad nacional. El Tribunal de Apelación de EE.UU. para el Distrito de Columbia ha programado argumentos orales para este mes (septiembre) y ha optado por la vía rápida, eliminando la necesidad de que TikTok solicite una medida cautelar preliminar.

Opiniones de expertos sobre los desafíos legales de TikTok

Expertos jurídicos sostienen que obligar a TikTok a cerrar basándose en amenazas de seguridad nacional no especificadas podría violar la Primera Enmienda. Sostienen que los precedentes legales establecen que el gobierno no puede suprimir la libertad de expresión únicamente por amenazas indefinidas y potenciales. El gobierno debe demostrar que estas amenazas son reales y que la ley es la forma menos restrictiva de hacerles frente. El tribunal utilizará la norma de escrutinio estricto, que exige una razón de peso para la ley y una solución que sea la menos restrictiva posible. Por lo tanto, la ley podría confirmarse si el gobierno demuestra que existe un riesgo real para la seguridad nacional y que la prohibición es el método menos restrictivo para mitigar esa amenaza.

Respuesta de TikTok a la prohibición

La empresa matriz de TikTok argumenta que desprenderse de la aplicación no es ni comercial, ni tecnológica, ni legalmente viable. Las leyes chinas de control de las exportaciones podrían impedir a ByteDance vender los componentes tecnológicos fundamentales de TikTok, lo que significa que la aplicación tendría que venderse sin su infraestructura básica.

Esto plantea dudas sobre quién estaría dispuesto a comprar partes de la app que no están sujetas a estos controles de exportación. El ex secretario del Tesoro Steven Mnuchin ha indicado que planea formar un grupo de inversores para comprar la aplicación sin su tecnología fundacional. Sin embargo, a fecha de este artículo, TikTok no parece estar a la venta.

TikTok exige acceso a las pruebas de las amenazas a la seguridad nacional que se presentaron confidencialmente al Congreso. Nada de esta información se ha puesto a disposición de TikTok ni del público.

TikTok argumenta que no ha habido ninguna justificación para prohibir la aplicación y afirma que "La Constitución no permite al Congreso señalar una plataforma de libertad de expresión, no hacer ninguna constatación, no anunciar ninguna justificación, ignorar alternativas menos restrictivas y discriminar basándose en la expresión y el contenido." Y añaden: "La ley es inconstitucional y debe ser prohibida". TikTok y el Departamento de Justicia solicitan una resolución acelerada para tener tiempo de pedir orientación al Tribunal Supremo si fuera necesario.

Libertad de expresión en Estados Unidos frente a China

La capacidad de TikTok para impugnar legalmente las acciones del gobierno estadounidense pone de relieve una diferencia clave entre Estados Unidos y China en su enfoque de la libertad de expresión y la independencia judicial. En Estados Unidos, incluso una empresa de propiedad extranjera como TikTok tiene derecho al debido proceso y puede impugnar decisiones gubernamentales ante un tribunal público, invocando protecciones constitucionales como la Primera Enmienda. Esta batalla legal, independientemente de su resultado, es una victoria de relaciones públicas para Estados Unidos. Pone de manifiesto el compromiso del país con la defensa de la libertad de expresión, la transparencia y el Estado de Derecho, incluso cuando se enfrenta a problemas de seguridad nacional. Esta apertura contrasta fuertemente con el entorno estrictamente controlado de China, donde los medios de comunicación y las plataformas en línea operan bajo una estricta supervisión gubernamental y rara vez se tolera la disidencia.

El hecho de que TikTok recurra a las vías legales estadounidenses para impugnar la prohibición también es significativo. Demuestra que, en Estados Unidos, las empresas disponen de una plataforma para impugnar las acciones del gobierno, fomentando un sistema de controles y equilibrios que no existe en China. Esta dinámica permite a Estados Unidos presentarse como defensor de los principios democráticos en la escena mundial, subrayando la importancia de la imparcialidad judicial y la libertad de expresión.

La respuesta china y las tensiones geopolíticas

Por otra parte, el gobierno chino ha criticado la decisión estadounidense de prohibir TikTok, calificándola de acto de proteccionismo económico y ejemplo de censura digital. Si se aplica la prohibición, es probable que China responda con medidas de represalia contra las empresas estadounidenses que operan dentro de sus fronteras, que podrían ir desde un mayor escrutinio normativo hasta prohibiciones totales. Esta posible escalada no se refiere únicamente a TikTok, sino que representa una pauta más amplia de represalias entre ambas naciones que se ha ido consolidando durante más de una década.

Estos intercambios se han convertido en una característica definitoria de las relaciones entre Estados Unidos y China en los últimos años, contribuyendo a una atmósfera de sospecha mutua y rivalidad estratégica. Desde 2015 aproximadamente, ambos países han tomado cada vez más medidas para proteger sus propios intereses tecnológicos y económicos, a menudo a expensas de la cooperación bilateral.

Esta tensión continua ha llevado a muchas empresas a reevaluar sus inversiones y estrategias operativas en China, mientras sortean los crecientes riesgos asociados al empeoramiento del clima geopolítico. El caso TikTok no es más que otro punto álgido en una serie de conflictos que ponen de relieve cuestiones más profundas, como las disputas sobre prácticas comerciales, dominio tecnológico, derechos humanos e influencia mundial. Si se aplica la prohibición, se tensarán aún más las ya de por sí frágiles relaciones de China con Occidente, acelerando un declive más amplio de los lazos diplomáticos y económicos.