Se paraliza el proyecto de ley sobre cáñamo y cannabis medicinal en Costa Rica

El proyecto de ley sobre cáñamo y cannabis medicinal de Costa Rica fue aprobado por la Asamblea Legislativa el 13 de enero por 29 votos a favor y 10 en contra. Pero lo que debería haber sido un logro histórico para la legalización del cannabis en la región se ha visto ensombrecido por la negativa del presidente Carlos Alvarado a firmar el proyecto de ley nº 21388.

Según el Presidente Alvarado, existe la preocupación de que la nueva ley pueda ir en contra de los tratados de control de drogas de los que Costa Rica es parte, como la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961. De hecho, el 10 de enero la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes solicitó información adicional sobre el proyecto de ley, al tiempo que recordó al gobierno costarricense su obligación de regular estrictamente el cannabis medicinal.

Los defensores del proyecto de ley nº 21388 señalan que la Sala Constitucional de Costa Rica ya ha dictaminado que no viola los tratados sobre drogas firmados por Costa Rica. Ante la aprobación legislativa y judicial de la propuesta, un veto al proyecto de ley de cáñamo y cannabis medicinal constituiría un "gravísimo error, no sólo para el Poder Ejecutivo, sino también para la legitimidad del sistema político democrático."

En cualquier caso, el Presidente Alvarado no ha indicado que planee vetar el proyecto de ley. En cambio, pidió a la Asamblea Legislativa que "modifique" la ley propuesta, diciendo el 21 de enero que su administración presentaría una "contrapropuesta". Esto ha enfurecido aún más a los partidarios del proyecto de ley sobre el cáñamo y el cannabis medicinal, que insisten en que el presidente debe firmar o vetar. La Asamblea Legislativa podría anular un veto si dos tercios de los diputados votan a favor.

Sin duda, no es la primera vez que la legislación sobre el cannabis se topa con obstáculos en la región debido a las obligaciones derivadas de los tratados internacionales. Al mismo tiempo, parece haber una considerable reticencia por parte de las autoridades costarricenses a proceder con la legalización, mientras que la esperada oposición a la reforma del cannabis por parte de los conservadores sociales también está presente. Aunque ser un buen ciudadano internacional puede estar motivando en parte la postura del gobierno costarricense, es posible que haya otros factores políticos en juego.

Ya hemos escrito anteriormente sobre la propuesta de ley de Costa Rica, señalando las razones por las que el cáñamo legal y el cannabis medicinal en el país centroamericano es una perspectiva emocionante. Esperemos que el impasse entre la Asamblea Legislativa y el Ejecutivo pueda resolverse, y que un proyecto de ley que lleva mucho tiempo gestándose pueda finalmente cruzar la línea de meta.