Hacia finales de 2019, parecía que las inversiones en cannabis prácticamente se habían agotado. Hoy en día, nuestros abogados de cannabis están viendo un gran repunte en las transacciones de inversión de todo tipo en negocios de cannabis y cáñamo. Con las inversiones en aumento de nuevo, planeamos hacer más posts sobre diversos aspectos legales de las inversiones en cannabis. Al principio, lo mejor es entender algunos fundamentos, y el mejor lugar para empezar es mirando a la cuestión de la deuda frente a la equidad.
Es muy común que las empresas de cannabis (y especialmente las nuevas empresas) obtengan capital a través de la emisión de acciones (es decir, acciones en una corporación o participación en una sociedad de responsabilidad limitada, o "LLC"). Por lo general, las nuevas empresas tratan de ofrecer una parte importante de capital a cambio de una gran inversión monetaria que se puede utilizar para cubrir los costes iniciales de funcionamiento o de puesta en marcha (piense en cosas como las costosas mejoras de los inquilinos que prácticamente todos los titulares de licencias de cannabis están obligados a hacer para obtener un permiso y comenzar a operar). Por lo general, estas ofertas de capital son de una cantidad nada despreciable, y hemos visto muchas empresas que ofrecen cerca de la mitad del capital de la empresa a un inversor. Esto tiene sentido desde el punto de vista del sentido común, ya que los inversores en empresas de nueva creación probablemente no quieran soltar medio millón para conseguir una participación del 3%.
Otra alternativa es la deuda. Las empresas de cannabis pueden pedir préstamos sin emitir capital a terceros, lo que deja a los fundadores al mando del negocio. Los prestamistas pueden estar menos dispuestos a conceder grandes préstamos a las empresas de nueva creación, ya que no obtienen nada a cambio, excepto la promesa de que se les devolverá el dinero (y siempre existe el riesgo de que el reembolso nunca se produzca para una empresa que ni siquiera tiene permisos todavía). Por lo tanto, es muy habitual que los prestamistas pidan algo más que la promesa de reembolso: una garantía real sobre algún activo de la empresa (como bienes inmuebles, activos tangibles o, en algunos casos, incluso cosas como la propiedad intelectual). También es muy habitual que los prestamistas exijan garantías corporativas o personales en las que terceros se comprometen a pagar la deuda del prestatario en caso de impago. A menudo, la deuda puede ser un método menos atractivo de obtener capital para las nuevas empresas. A los fundadores puede preocuparles, y con razón, ofrecer garantías reales y avalar personalmente grandes deudas. Además, los préstamos que exigen un reembolso inmediato con grandes cantidades de intereses pueden no ser viables para empresas que aún no están operativas.
Hay algunos métodos híbridos de recaudación de fondos que las empresas de cannabis suelen emplear. Uno de los métodos más comunes es la deuda convertible, que básicamente es un préstamo que se convierte en capital si se produce un acontecimiento futuro. La empresa que obtiene el préstamo emite un pagaré que puede convertirse en capital. Los pagarés convertibles a menudo incluyen fórmulas complejas sobre cómo se convierte la deuda en capital, y las partes pueden negociar libremente cómo y cuándo se puede convertir la deuda, y hay muchos términos legales y no legales complejos que tanto los inversores como las empresas emergentes deben tener en cuenta al suscribir un acuerdo de pagarés convertibles.
Para las empresas de cannabis que buscan dinero de terceros, se debe considerar seriamente el tipo de transacción de inversión que utilizarán y qué es lo mejor: renunciar a una participación en la empresa o asumir una deuda garantizada y/o asegurada. Además, las empresas deben tener muy en cuenta las normativas sobre cannabis que afectan a las inversiones y exigen la revelación de los inversores o prestamistas, a fin de evitar disputas por parte de los inversores que dieron dinero antes de saber que tenían que ser revelados.
