Estrategias esenciales para el éxito en los litigios empresariales

Estrategias de litigación empresarial

Los litigios empresariales son como una partida de ajedrez en la que hay mucho en juego. El éxito depende de su capacidad para tomar decisiones rápidas, evaluar a fondo el caso y adaptar su estrategia sobre la marcha. Esta entrada del blog le proporcionará a usted, el abogado, las herramientas esenciales para navegar por las complejidades de los litigios empresariales y lograr resultados óptimos para sus clientes.

Comunicar y evaluar 

1. Al que madruga Dios le ayuda

Muchos abogados experimentados con una excelente reputación jurídica han perdido grandes oportunidades en favor de abogados nuevos o menos conocidos por no haber actuado con rapidez a la hora de comunicarse con clientes potenciales.

Usted se preguntará, ¿qué tiene que ver una respuesta rápida con mi capacidad para ejercer la abogacía? Quizá muy poco, pero una respuesta rápida dará a su cliente potencial o real una primera impresión positiva y le hará pensar que usted le dará prioridad como cliente.

En el competitivo panorama jurídico actual, la comunicación rápida es esencial. Intente devolver todas las llamadas y correos electrónicos en un plazo de 24 horas, especialmente los de clientes potenciales. Durante la consulta inicial, escuche activamente sus preocupaciones, haga preguntas aclaratorias y explique el proceso legal de forma que puedan entenderlo. Esto demuestra no solo su experiencia jurídica, sino también su compromiso con su éxito.

  • La rapidez de respuesta es crucial: Responder con prontitud a los clientes potenciales establece un tono positivo y demuestra su compromiso.
  • Escucha activa durante las consultas: Comprender y aclarar las preocupaciones de los clientes para generar confianza y demostrar experiencia.

2. Evaluar - Tres es la clave.

Un abogado no es un autobús, es decir, no tiene que recoger a todos los clientes que se le presenten. Antes de aceptar la representación, debes evaluar su caso en tres aspectos fundamentales: responsabilidad, daños y perjuicios y cobro.

a. Responsabilidad

El primer paso consistirá en evaluar la responsabilidad jurídica de las reclamaciones de su cliente. Determinará qué partes son responsables y empezará a esbozar reclamaciones específicas contra esas partes, como incumplimiento de contrato, incumplimiento de deber fiduciario o incluso fraude. Basándose en esta evaluación, pasará a la siguiente fase: daños y perjuicios.

b. Daños y perjuicios

Para las reclamaciones específicas que pretenda alegar y probar contra el infractor, se necesitan daños y perjuicios. En algunas circunstancias, los daños y perjuicios pueden estar ya establecidos, o pueden ser equitativos, en lugar de monetarios. Sin daños y perjuicios, no hay caso, por muy agraviado que se sienta su cliente.

c. Cobrabilidad

Si su cliente solicita daños y perjuicios monetarios, la cobrabilidad será la parte final de su evaluación. Aunque esta parte del caso parece demasiado lejana como para detenerse en ella ahora, debe permanecer en el punto de mira durante su evaluación inicial. Determine el patrimonio de la parte contraria y no pase por alto otras vías de cobro de indemnizaciones, como las pólizas de seguro que puedan ofrecer cobertura.

  1. Evaluación de la responsabilidad: Determinar la responsabilidad de las reclamaciones del cliente.
  2. Evaluación de daños y perjuicios: Identificar y cuantificar los daños que se persiguen.
  3. Comprobación de la cobrabilidad: Evaluar la capacidad financiera de la parte contraria para pagar los daños y perjuicios.

No pierda el plazo: Comprender la prescripción

El Estatuto de Limitaciones puede sonar como un juego de espera, pero en realidad es un plazo estricto para presentar una demanda. El incumplimiento de este plazo puede bloquear por completo el caso de su cliente, por lo que es crucial entenderlo.

Aquí está el truco: Los plazos de prescripción varían según el tipo de demanda. En California, por ejemplo, los litigios comerciales pueden durar entre 2 y 4 años, pero hay excepciones. Por ejemplo, la tergiversación negligente (un término elegante para una declaración engañosa basada en el descuido, no en la mentira descarada) entra dentro de un límite de 2 años, aunque pueda parecer fraude (que tiene un límite de 3 años). Del mismo modo, el fraude constructivo (abuso de confianza sin mala intención) tiene un límite de 3 años, a diferencia del límite de 4 años para un incumplimiento normal del deber fiduciario.

¿Cuál es la clave? Identifique exactamente qué tipo de demanda está presentando. Las diferentes causas de acción tienen diferentes plazos, y esos plazos empiezan a correr en momentos específicos. Una demanda por incumplimiento de contrato comienza cuando se produce el incumplimiento, no cuando se firmó el contrato. Una demanda por fraude empieza cuando se descubre el fraude, no cuando se cometió.

Para asegurarse de que su demanda se presenta a tiempo, investigue la Ley de Prescripción específica para el caso de su cliente. Aunque el plazo parezca haber vencido, puede haber excepciones que amplíen el plazo. Estas excepciones se denominan "plazos de prescripción" y merece la pena investigarlas.

  • Conozca los plazos: Los plazos de prescripción varían según el tipo de reclamación; identificar el plazo correcto es crucial.
  • Ponga en marcha el reloj con prudencia: Comprenda cuándo comienza el plazo de prescripción para cada reclamación.
  • Buscar excepciones: Aunque parezca que no se ha cumplido un plazo, el "aplazamiento" puede ampliar el periodo de presentación.

Ampliar su caso: Añadir partes y demandas

Una vez que haya establecido la responsabilidad, los daños y una estrategia de cobro, es hora de solidificar su caso. Busque todas las posibles reclamaciones relacionadas con la causa inicial de la acción. Por ejemplo, si se trata de un incumplimiento de contrato, explore todos los posibles incumplimientos dentro de ese contrato. Lo mismo se aplica al fraude u otros agravios comerciales.

A medida que avanza su investigación e identifica posibles nuevas demandas que añadir a su caso, la investigación jurídica se vuelve crucial. Una jurisprudencia sólida puede reforzar significativamente su demanda modificada. Busque precedentes en su jurisdicción que respalden las demandas adicionales que desee alegar. Estos precedentes demostrarán al tribunal que sus reclamaciones tienen fundamento jurídico y no son frívolas. Céntrese en casos con hechos y cuestiones jurídicas similares, prestando atención a cómo han fallado los tribunales de su jurisdicción en asuntos similares. Al incorporar la jurisprudencia pertinente, puede reforzar su posición y aumentar sus posibilidades de éxito.

  • Desarrollo minucioso del caso: Explorar todas las posibles infracciones y reclamaciones relacionadas.
  • Investigación jurídica: Refuerce su caso con jurisprudencia de apoyo de su jurisdicción.

Modificación de la denuncia

A medida que avanza la investigación, es posible que descubra la necesidad de añadir nuevas partes o reclamaciones legales. La buena noticia es que puede modificar su demanda. Sin embargo, asegúrese de que estas adiciones no hayan prescrito.

Puede llegar un momento en que necesite ajustar su demanda inicial después de haberla presentado ante el tribunal. Este proceso se denomina modificación de la demanda. Por lo general, puede modificarla una vez, pero el momento es crucial.

1. La regla de oro: Enmendar antes de responder

La clave está en presentar la demanda modificada antes de que la parte contraria presente su respuesta a la demanda inicial. Esta respuesta puede adoptar diversas formas dependiendo de su jurisdicción, pero normalmente se denomina impugnación o respuesta.

2. ¿Qué ocurre después de una respuesta?

No se desespere si la otra parte ya ha respondido. Aunque el proceso se vuelve más complejo, todavía puede haber formas de modificar su demanda. Cada jurisdicción tiene normas específicas que describen estos procedimientos. Es importante consultar con un abogado familiarizado con las normas locales para determinar la mejor forma de proceder en su caso concreto.

  • Calendario para las enmiendas: Es preferible modificar la demanda antes de que el demandado responda.
  • Consulte las normas locales: Cada jurisdicción tiene normas específicas para modificar las denuncias después de una respuesta.

Comprender las normas procesales: Un enfoque múltiple

Aunque existen principios jurídicos nacionales, navegar por los procedimientos específicos de un pleito exige prestar mucha atención a los detalles. Las distintas jurisdicciones (estados o tribunales federales) tienen sus propias normas que rigen el desarrollo de los pleitos. Estas normas suelen dividirse en tres niveles:

  • Derecho nacional: Constituye la base y esboza los principios jurídicos fundamentales.
  • Normas jurisdiccionales: Cada jurisdicción tiene su propio conjunto de normas de procedimiento civil que dictan los pasos específicos de una demanda, como los plazos de presentación y las mociones aceptables.
  • Normas locales: Los tribunales o jueces individuales pueden tener sus propias normas complementarias que proporcionan más orientación sobre procedimientos específicos dentro de su sala de audiencias.

Estas normas pueden cambiar con el tiempo, por lo que es crucial que los abogados se mantengan al día.

  • Domine las normas: Conozca las leyes nacionales, las normas jurisdiccionales y los procedimientos judiciales locales.
  • Manténgase al día: Los procedimientos legales pueden cambiar; la formación continua es necesaria para el éxito.

Lo más importante: La importancia de los conocimientos jurídicos

El éxito en los litigios empresariales depende de aplicar los conocimientos jurídicos con precisión y agilidad en el marco de los procedimientos establecidos. El éxito es algo más que conocer las reglas: se trata de previsión estratégica, planificación meticulosa y capacidad para adaptarse a cada movimiento del adversario. Los abogados capaces de sortear con eficacia estas complejidades son los mejor situados para lograr resultados óptimos para sus clientes.