La explosión de los buscapersonas de Hezbolá y sus riesgos para la cadena de suministro

Riesgos de la cadena de suministro internacional

Mientras escribo estas líneas, casi 50 terroristas de Hezbolá han muerto y unos 3.000 más yacen en hospitales con graves heridas causadas por localizadores Made in Taiwan/Made in Hungary impregnados de material explosivo. Esta operación de explosión de buscapersonas, probablemente orquestada por el Mossad con la ayuda de las FDI y de drusos y cristianos del Líbano, demuestra lo creativo (y eficaz) que puede ser el sabotaje de la cadena de suministro.

Aunque se trata de un ejemplo extremo, la lección subyacente es clara: tanto si dirige una red terrorista mundial como una empresa de juguetes, su cadena de suministro es tan fuerte como su eslabón más débil. Y cuando no se presta atención a esos eslabones, aumentan las posibilidades de que surjan problemas graves.

Para la mayoría de las empresas, las amenazas son mucho menos dramáticas que el espionaje o el sabotaje, pero los riesgos de fraude, mala gestión y negligencia en las cadenas de suministro son muy reales. No aparecerán en los titulares como una operación del Mossad, pero pueden hacer saltar por los aires su cuenta de resultados.

Los peligros ocultos en su cadena de suministro internacional

Tomemos, por ejemplo, el caso de un importador de juguetes estadounidense que estaba tan encantado de obtener sus juguetes fabricados en Vietnam a un precio de ganga que transfirió 2 millones de dólares por adelantado a lo que creía que era un fabricante de juguetes legítimo.

Este importador estadounidense acudió a mi bufete queriendo demandar, pero le dijimos que antes de hacerlo, nos gusta investigar a la empresa proveedora para ver si merece la pena seguir adelante con el litigio. Lo hacemos a través de lo que llamamos un Informe de Diligencia Debida de Empresa Extranjera, y en el caso de la empresa de juguetes vietnamita, nos llevó casi nada de tiempo determinar que la empresa nunca había existido, y que nuestro cliente había sido estafado desde el principio. Este caso es un clásico y duro recordatorio de lo fundamental que es llevar a cabo una diligencia debida exhaustiva antes de enviar dinero al extranjero.

Esta historia dista mucho de ser única. Mi bufete ha tratado innumerables casos de empresas que han sido víctimas de fraude, negligencia o mala gestión en sus cadenas de suministro. He aquí algunos ejemplos:

  • Fraude de contraparte: Una empresa alimentaria de Carolina del Sur encargó pescado a un proveedor "reputado" de China. Nunca se enviaron los peces y esta empresa nos contrató para luchar contra las demandas de sus clientes que nunca recibieron su pescado. Nuestro trabajo consistió en limpiar el desastre y convencer a todo el mundo de que nuestro cliente era la víctima, y no el acaudalado cerebro de una operación masiva de fraude con pescado.
  • Cebo y cambio: Una empresa estadounidense que importaba pescado se llevó otra sorpresa: pagó por pescado pero recibió un cargamento de ladrillos rotos con una capa de pescado como especie de recubrimiento. Esta táctica de cebo y cambio recuerda extrañamente al fiasco de los localizadores de Hezbolá. En ambos casos se trata de malos negocios que podrían haberse evitado con la debida diligencia.
  • Inestabilidad de los proveedores y vacíos legales: Una empresa estadounidense pensaba que había conseguido millones de dólares en luces de Navidad de un fabricante chino. Resultó que, sin saberlo, habían contratado a un intermediario en lugar de a la fábrica. Cuando las luces no llegaron, la fábrica tomó como rehén a la empresa estadounidense porque el intermediario le debía dinero. Mi cliente tuvo que pagar una gran suma adicional al fabricante chino para conseguir sus luces justo a tiempo para la fiebre navideña. Una costosa lección sobre la importancia de saber con quién haces negocios realmente.

Lo que Hezbolá debería haber hecho para protegerse

Hablando de lecciones costosas, el departamento de adquisiciones de Hezbolá cometió errores espectaculares de los que pueden aprender las empresas competentes.

Si Hezbolá hubiera seguido los principios más básicos de diligencia debida, probablemente no habría caído en el sabotaje del Mossad. Por ejemplo, parece que no han llevado a cabo o han fracasado rotundamente con todo lo que se indica a continuación:

  1. Investigar al proveedor: Al parecer, Hezbolá se saltó el paso de investigar a sus proveedores. Claro, la empresa taiwanesa de buscapersonas podría haber sido legítima, pero ¿el turbio subcontratista húngaro? Gran bandera roja. Una rápida comprobación de antecedentes (diligencia debida básica) podría haber revelado vínculos sospechosos o, al menos, haber puesto de relieve que Hungría no es exactamente el centro mundial de producción de localizadores. En el mundo de los negocios, investigar a los proveedores es una práctica básica de la cadena de suministro. Hezbolá -siendo quienes son- probablemente no debería haber estado comprando a Taiwán o Hungría en primer lugar, ya que ambos países tienen fuertes lazos con Occidente e Israel. ¿A nadie del equipo de compras de Hezbolá se le ocurrió buscar esto en Google?
  2. Inspeccionar la mercancía: Si compras miles de buscapersonas para gente que se supone que te importa, ¿no inspeccionarías al menos algunos en la fábrica o incluso cuando llegan? ¿Abrir uno, hacer un diagnóstico, asegurarse de que no está lleno de... ya sabes... explosivos? La más básica de las inspecciones de producto habría salvado a Hezbolá de su desastre autoinfligido.
  3. Utilizar canales de confianza: El proceso de selección de fabricantes de Hezbolá es como el de las empresas que eligen al proveedor más barato y poco fiable en Alibaba y luego se sorprenden cuando sus productos no aparecen o, peor aún, cuando los productos explotan. Y, no, conseguir un "gran negocio" no es excusa para una grave negligencia que pone en peligro la vida de miles de personas. Si el Jefe de Adquisiciones de Hezbolá sigue vivo y no está en un hospital, debería actualizar su biografía en LinkedIn, porque si Hezbolá tiene algo de sentido común, se ha quedado sin trabajo. Todo el mundo habla de lo brillantes que han sido las IDF al llevar a cabo esta operación, pero nunca lo habrían conseguido si Hezbolá no hubiera sido también tan despistada.

Los errores de Hezbolá también se aplican a las empresas

Ahora bien, es probable que usted no se dedique a un "negocio" tan arriesgado como Hezbolá, pero los errores que ellos cometieron son aplicables a cualquier empresa que gestione una cadena de suministro. Si descuidas la diligencia debida, haces recortes o no inspeccionas tus productos, estás abriendo la puerta a un desastre potencial. Puede que su catástrofe no sea tan explosiva como la de Hezbolá, pero puede destruir su cuenta de resultados.

He aquí cómo proteger su cadena de suministro:

  1. Realice una diligencia debida exhaustiva: Antes de firmar cualquier contrato o enviar dinero, verifique la legitimidad de su proveedor. Compruebe los documentos de registro de la empresa, los registros financieros y las certificaciones. Evite tratar con empresas ficticias en paraísos fiscales que puedan desaparecer cuando las cosas se tuerzan. Contrate a alguien con experiencia en la diligencia debida de empresas internacionales.
  2. Exija transparencia y contratos directos: Lo mejor suele ser contratar directamente con el fabricante, no a través de un agente externo. Los intermediarios introducen riesgos y reducen el control sobre la calidad y los plazos. Véase Agentes de aprovisionamiento en la fabricación en el extranjero: La versión larga.
  3. Insista en la verificación in situ: Visite personalmente las instalaciones de su proveedor (o envíe a alguien de confianza) para verificar las operaciones. Una visita puede revelar mucho más que el papeleo. Consiga una cláusula en su acuerdo internacional de fabricación que le permita hacer esto.
  4. Incluya cláusulas contractuales protectoras: Negocie contratos que incluyan penalizaciones por incumplimiento y expectativas claras de control de calidad. Protéjase legalmente en caso de que las cosas vayan mal. Tengo un cliente que hace un contrato muy arriesgado y su abogado interno siempre nos dice que redactemos sus acuerdos internacionales de fabricación para el jurado en su "próximo caso de responsabilidad por productos defectuosos."
  5. Implemente un riguroso proceso de investigación de terceros: Si tiene que recurrir a intermediarios, asegúrese de que tienen un historial sólido. Exija garantías de rendimiento e investigue sus conexiones con el fabricante real para evitar verse atrapado en una red de responsabilidad.

Conclusión

Ya se trate de la explosión de los localizadores de Hezbolá o de la desaparición de un envío de un importador de juguetes, la lección es la misma: las cadenas de suministro están llenas de riesgos, y no protegerlas puede conducir al desastre. Desde el fraude de las contrapartes hasta las estafas, las amenazas son reales y las consecuencias pueden ser catastróficas. Pero si actúa con la diligencia debida, exige transparencia y se protege con contratos sólidos, puede mantener intacta su cadena de suministro y evitar su propia pesadilla.

Y recuerde, la prevención es casi siempre mejor que la recuperación, y si no que se lo pregunten a Hezbolá.