Alemania acude a las urnas
Las elecciones anticipadas del 23 de febrero de 2025 en Alemania tienen al sector del cannabis muy atento. Es probable que surja un gobierno conservador, pero queda una pregunta clave: ¿incluirá a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD)? El colapso de la coalición semáforo del canciller Olaf Scholz ha desencadenado estas elecciones cruciales. Los sondeos muestran a la Unión Cristianodemócrata/Unión Socialcristiana (CDU/CSU) en cabeza con un 29,1%, seguida de la AfD con un 21,2%.
La CDU/CSU se ha comprometido a derogar la ley alemana de cuasi legalización aprobada en 2024. Friedrich Merz, líder de la CDU y probable próximo canciller de Alemania, ha descartado alianzas con la AfD o partidos liberales. Sin embargo, sigue abierto a coaliciones con partidos de centro-izquierda como el SPD (15,5%) y Los Verdes (13,2%). Sin mayoría, la formación de coaliciones será esencial para formar gobierno. Es probable que pasen semanas hasta que se forme un gobierno operativo tras las elecciones del domingo.
Si Merz se asocia con partidos de centro-izquierda, la derogación de las leyes alemanas sobre el cannabis sería difícil. Convencer a estos antiguos miembros de la coalición del semáforo para que cambien su postura sobre la legalización parece poco probable. En este escenario, los programas piloto para el comercio de cannabis podrían detenerse, pero la derogación total parece improbable. Las leyes existentes que permiten la posesión personal, el cultivo y la expansión médica probablemente permanecerían intactas.
Sin embargo, si la AfD gana terreno o se le permite unirse a una coalición con la CDU/CSU, la reforma del cannabis podría verse seriamente amenazada. Con un 38% de votantes aún indecisos, el resultado sigue siendo incierto. La industria alemana del cannabis espera con ansiedad los resultados de las elecciones del domingo para ver si las políticas progresistas perduran o se enfrentan a un retroceso bajo el nuevo liderazgo.
Suiza podría liderar la reforma europea del cannabis
Mientras que es probable que Alemania ponga en pausa sus reformas sobre el cannabis, Suiza sigue avanzando en propuestas basadas en la ciencia para liberalizar el cannabis. El 14 de febrero de 2025, el Comité de Seguridad Social y Salud del Consejo Nacional aprobó un plan para legalizar y regular la marihuana de uso adulto por 14 votos a favor, 9 en contra y 2 a favor. La propuesta hace hincapié en la salud pública, la protección de los jóvenes y la reducción de daños mediante una regulación estricta. Las medidas clave incluyen:
- Cultivo a domicilio limitado para adultos mayores de 18 años.
- Cultivo y fabricación con licencia y ánimo de lucro.
- Un monopolio minorista controlado por el Estado que funciona según un modelo sin ánimo de lucro.
- Prohibición de la publicidad y envases neutros sin marca.
- Alternativas no fumables y requisitos de los productos con bajo contenido en THC.
- Leyes de tolerancia cero al volante y penas más duras para el tráfico ilícito.
La propuesta aún tiene un largo camino por recorrer, pero se basa en programas piloto lanzados en 2023 que estudian los efectos de la legalización en cantones concretos. Los primeros resultados han sido prometedores; sin embargo, la oposición del Partido Popular Suizo (SVP) podría ralentizar los avances.
Por qué Suiza podría liderar la reforma del cannabis en Europa
Suiza se encuentra en una posición única para liderar la reforma del cannabis para adultos en Europa debido a su independencia de la legislación de la UE. A diferencia de Alemania, Malta, Luxemburgo y la República Checa, países de la UE que están sujetos a la supervisión de la Comisión Europea, Suiza no lo está. Esta independencia elimina el riesgo de sanciones de la UE relacionadas con los esfuerzos de legalización del cannabis en Suiza.
Aun así, Suiza debe cumplir acuerdos internacionales como el Acuerdo de Schengen, que rige las políticas de comercio y circulación transfronterizos con los países de la UE. Para hacer frente probablemente a las preocupaciones sobre la "fuga" de cannabis a los países vecinos, la propuesta de Suiza incluye estrictas operaciones minoristas controladas por el Estado y límites al cultivo personal.
Cumplimiento de la Convención Única de Estupefacientes
Suiza también sigue vinculada por la Convención Única sobre Estupefacientes (1961), que regula estrictamente el cannabis sólo para fines médicos, científicos e industriales. Su marco de legalización propuesto refleja los enfoques adoptados por Canadá y Uruguay, que legalizaron el cannabis dando prioridad a la salud y la seguridad públicas en virtud de "obligaciones más amplias de la ONU en materia de derechos humanos que deben respetarse... por encima de las obligaciones de control de drogas".
El plan suizo enmarca la legalización como una medida basada en pruebas para proteger la salud pública reduciendo la actividad del mercado negro, garantizando la seguridad del producto y financiando programas de reducción de daños. Al mantener la clasificación del cannabis como estupefaciente y crear al mismo tiempo un mercado estrictamente regulado, Suiza pretende equilibrar las obligaciones internacionales con las prioridades nacionales en materia de salud pública.
Un modelo de reforma pragmática
El interés constante de Suiza por promover reformas sensatas del cannabis basadas en la ciencia y la salud pública la distingue como líder de la reforma pragmática del cannabis. El modelo propuesto, controlado por el Estado, elimina el ánimo de lucro y destina los ingresos a programas de prevención y servicios de apoyo a la adicción. Si se promulga, Suiza podría convertirse en el primer país de Europa en implantar un mercado de cannabis para adultos totalmente legalizado bajo un estricto control gubernamental, un modelo potencial para otras naciones que navegan por marcos legales complejos.
Mientras Alemania vacila en medio de la incertidumbre política, el enfoque de Suiza, basado en la evidencia, puede establecer una nueva norma para equilibrar la regulación con las prioridades de salud pública.