Mientras los economistas cuestionan de forma abrumadora la política arancelaria de la Administración Trump, cabe preguntarse si hay una estrategia más profunda detrás de sus movimientos aparentemente caóticos.
Aunque la reciente ofensiva del presidente Trump para imponer aranceles generalizados y atacar el comercio mundial podría parecer una bravuconada o proteccionismo a primera vista, existe la teoría de que se trata de algo mucho más calculado: una desestabilización deliberada del mercado que podría beneficiar aún más a los ricos y consolidar el poder.
Atacando el mercado para comprar barato
La teoría es la siguiente: al impulsar políticas que desencadenan el miedo de los inversores -como aranceles impredecibles, brinkmanship fiscal o parálisis política-, el presidente Trump podría estar agitando intencionadamente los mercados. Ese miedo, y las acciones administrativas relacionadas (es decir, aranceles erráticos) están provocando la caída de los precios de las acciones. Y cuando eso sucede, los que tienen exceso de efectivo, los fondos de cobertura y otros agentes del mercado están listos para lanzarse en picado y comprar activos a precios de remate.
Es la versión capitalista de la especulación por catástrofes. Y si se dispone de liquidez para jugar, las ventajas son enormes. ¿Los perdedores? Los inversores de a pie, los 401(k)s, los propietarios de pequeñas empresas y los trabajadores.
Pero esta táctica no es nueva. Es un eco de las estrategias utilizadas por las empresas de capital riesgo durante años: romper el sistema, comprar las piezas y reconstruirlo a su imagen y semejanza, con mayor control y beneficio.
En ningún otro sector puede resultar más devastador -o más oportunista- aprovecharse de las catástrofes que en el del cannabis.
La crisis del cannabis
El sector del cannabis en Estados Unidos lleva mucho tiempo atrapado en un limbo: legal en la mayoría de los estados, pero sigue siendo una sustancia de la Lista I a nivel federal. Esa clasificación significa que las empresas de cannabis no tienen acceso a la banca tradicional, no pueden cotizar en las bolsas de valores de Estados Unidos, están sujetas a las normas fiscales de la Sección 280E y los inversores institucionales las consideran arriesgadas.
Aunque la FDA ha recomendado trasladar el cannabis a la Lista III, y la DEA lleva meses revisando esa recomendación, el proceso está actualmente estancado. Muchos esperaban movimientos en 2024, pero el retraso se ha extendido hasta 2025 y parece probable que se prolongue hasta 2026.
Entonces, ¿qué ocurrirá si el cannabis no pasa pronto a la Lista III?
Impagos masivos
Muchas empresas de cannabis -especialmente los operadores multiestatales (MSO)- tienen una deuda masiva que vence de aquí a finales de 2026. Hasta 3.000 millones de dólares en deuda vencerán para los principales operadores de cannabis de EE.UU. a finales de 2026. Ya estamos viendo algunas de estas situaciones:
- MSO Schwazee incumplió un pago de 700.000 dólares que vencíael 3 de marzo, dejando de pagar su deuda ya reestructurada.
- TILT Holdings recibió una notificación de impago el3 de abril, alegando pagos de alquiler pendientes y otras obligaciones financieras que ascendían a más de 4 millones de dólares.
- Gold Flora, uno de los mayores operadores de California, anunció el1 de abril que planea liquidar activos tras las crecientes pérdidas financieras y los problemas operativos.
La mayoría de las empresas cannábicas endeudadas apuestan (valga el juego de palabras) por que el cannabis pase a la lista III. Este cambio supondría un alivio de la 280E y un aumento inmediato de los beneficios de los operadores de cannabis. La mejora de los márgenes podría proporcionar a las empresas de cannabis la capacidad de cubrir los pagos de la deuda, buscar nuevos inversores y reestructurar la deuda actual. Pero si la DEA no actúa, y pronto, dejando en vigor la 280E, podría producirse una oleada de insolvencias.
Un desastre para los operadores actuales, pero una oportunidad para los inversores avispados.
Activos de cannabis en dificultades: una oportunidad para algunos
Si la reprogramación se retrasa sustancialmente -o peor aún, si se deniega de plano- las consecuencias crearían una avalancha de activos de cannabis en dificultades. Licencias, equipos, inventario, propiedad intelectual y entidades operativas podrían salir a la venta por una fracción de su valor anterior. Y los reguladores estatales tendrían que ayudar a facilitar esas ventas y transferencias. De lo contrario, corren el riesgo de que estos activos (principalmente el inventario de marihuana) inunden el mercado negro.
¿Quién se beneficia?
No los pioneros que se arriesgaron a entrar en el mercado legal estatal. Ni las empresas familiares de capital social que intentan competir con actores bien capitalizados. En su lugar, es probable que sean empresas de capital privado y personas adineradas que busquen consolidar su poder en una de las industrias de más rápido crecimiento en Estados Unidos.
La marihuana será legalizada a nivel federal en algún momento. Así que, si puedes comprar las operaciones actuales por unos céntimos, esperar a la 280E no será tan gravoso como lo es para los actuales operadores con deudas. Los riesgos asociados al cannabis podrían ser cubiertos además por aquellos que también capitalizan la inestabilidad del mercado de valores.
De cara al futuro: ¿caos u oportunidad?
Independientemente de que estos escenarios sean o no el resultado de una estrategia deliberada, una cosa está clara: el sector del cannabis está a punto de sufrir una gran sacudida. Para algunos, esto podría significar salidas dolorosas, impagos de préstamos o reestructuraciones. Para otros, puede representar la oportunidad de compra de su vida.
Si usted es un operador de cannabis que se enfrenta a una deuda creciente, un crecimiento estancado o un futuro incierto debido al retraso en la reprogramación, no está solo, y todavía hay caminos a seguir. Desde la venta de activos y las asociaciones estratégicas hasta la reestructuración financiera, hay formas de salir con elegancia o reposicionarse para la próxima ola.
Por otro lado, si usted es un inversor, un fondo o un empresario que busca adquirir activos en dificultades, crear una cartera o posicionarse para el auge posterior a la reprogramación, ahora es el momento de empezar a identificar operaciones y crear puntos de entrada estratégicos.
Estamos aquí para ayudar a ambos lados de la ecuación: a los que necesitan un salvavidas y a los que ven la oportunidad en el horizonte.
Pongámonos en contacto. Si está listo para vender, reestructurar o invertir, podemos ayudarle a navegar por el siguiente capítulo del cannabis. Póngase en contacto hoy mismo y hablemos de estrategia.