Global Cannabis Spotlight: Ley de sustancias psicomoduladoras de la República Checa

El año pasado asistí en Ámsterdam a un seminario de expertos sobre la regulación del cannabis, la legislación de la UE en materia de drogas, las normas comerciales y los Tratados de Fiscalización de Drogas de las Naciones Unidas. Un tema central se centró en el avance hacia la plena legalización del cannabis, cumpliendo al mismo tiempo la legislación de la UE y los Tratados internacionales sobre drogas. Durante el debate, Chequia presentó su enfoque de tres pilares para la regulación del cannabis: (1) despenalización(en 2010, Chequia despenalizó el cultivo de hasta cinco plantas y la posesión de hasta media onza de marihuana); (2) regulación de las "sustancias psicomoduladoras"; y (3) regulación comercial completa. Al igual que Alemania, Malta y Luxemburgo, el enfoque checo se basa en pruebas científicas. Demuestra que la regulación, en lugar de la prohibición, protege mejor la salud, la seguridad y el bienestar de los niños y de la sociedad.

¿Qué es la Ley de Sustancias Psicomoduladoras?

La ley y las normas correspondientes (en vigor desde el 1 de julio de 2025) crean una nueva categoría de sustancias psicoactivas con riesgos aceptables para la salud. La lista actual incluye cuatro sustancias: extractos y tinturas de cannabis con bajo contenido en THC (≤1% de THC), kratom y extracto de kratom. Podrían añadirse otras sustancias, como el hexahidrocannabinol (HHC), si las investigaciones demuestran sus escasos riesgos para la salud al cabo de dos años. Para ser incluidas, las sustancias deben demostrar que no plantean riesgos significativos para la salud pública o la sociedad.

HHC se enfrenta a obstáculos para obtener la aprobación. Anteriormente, Chequia pretendía prohibir los productos con HHC en 2024. Además, la comunidad internacional sigue evaluando la sustancia. El año pasado, la OMS finalizó su revisión del HHC. Muchos esperan que la Comisión de Estupefacientes de la ONU lo incluya en la lista del Convenio de 1971. Aunque el cannabis está incluido en la Convención Única de 1961, el "cáñamo industrial" está excluido. Esto crea un vacío legal para los programas de cáñamo con bajo contenido de THC.

En Chequia, el cannabis con menos del 1% de THC se clasifica como "cáñamo técnico". Esta clasificación ha dado lugar a una zona gris legal, lo que ha incrementado la actividad del mercado ilícito. La Ley de Sustancias Psicomoduladoras pretende frenar la influencia del mercado ilícito facilitando un acceso regulado a través de operadores autorizados. Esto ayudará a proteger a los niños, adolescentes y consumidores adultos.

Una vez añadidas a la lista, las sustancias psicomoduladoras podrán venderse a adultos (mayores de 18 años) para consumo humano. La venta al por menor comenzará en tiendas especializadas a mediados de 2025. Sin embargo, la legislación alimentaria y cosmética de la UE impide que estas sustancias se vendan en productos alimenticios o cosméticos acabados. Los operadores comerciales necesitarán permisos para garantizar el cumplimiento de la normativa y los ayuntamientos pueden imponer sus propias restricciones de uso.

Regular en lugar de prohibir garantiza productos más seguros y de calidad controlada. Esto protege a los grupos vulnerables. La ley trata de equilibrar la protección de la salud pública con las obligaciones de Chequia en virtud de los convenios internacionales sobre drogas y la legislación de la UE. Chequia considera que su planteamiento se ajusta a sus compromisos internacionales y a la libre circulación de mercancías de la UE.

Normativa legal

Muchos esperaban la plena legalización del cannabis comercial. La legislación internacional y de la UE crea barreras que el gobierno checo no está dispuesto a desafiar. A medida que surjan más programas cuasilegales en Europa, es posible que aumente la presión sobre la UE para que adapte su legislación y permita la venta comercial de cannabis totalmente regulada. Hasta entonces, enfoques reducidos como la ley checa sobre sustancias psicomoduladoras ayudarán a llenar el vacío.

Conclusión

El marco normativo checo pretende reducir la actividad del mercado ilícito al tiempo que da prioridad a la salud y el bienestar públicos. No es el primer país de la UE que explora alternativas a la plena legalización del cannabis y probablemente no será el último. A pesar de contar con un gobierno conservador, Chequia equilibra las opiniones tradicionales con la evidencia de que la regulación, y no la prohibición, es el mejor enfoque. Como se ha visto en EE.UU., la legalización del THC bajo puede crear un mercado sólido. También puede acarrear consecuencias no deseadas, como productos de cáñamo intoxicantes no regulados.

Dado que la legislación checa no permite los productos listos para el consumo con bajo contenido de THC, no está claro si el país se enfrentará a los mismos retos que otros. Aunque es probable que la actividad del mercado ilícito de extractos y tinturas de cannabis disminuya, la demanda de productos listos para el consumo con bajo contenido de THC puede aumentar. Hasta que los países no regulen toda la cadena de suministro -desde la semilla hasta la venta (incluidos los productos listos para el consumo y la marihuana con alto contenido de THC)- seguirá siendo difícil eliminar la influencia del mercado ilícito. Chequia opera dentro de las limitaciones de la UE y de la legislación internacional. Esto impide a los miembros de la UE implementar programas de cannabis comercial totalmente legalizados. En consecuencia, el mercado ilícito seguirá llenando los vacíos que dejen estas limitaciones.