El Departamento de Transporte de EE.UU. actualiza su política de controles de drogas

El Departamento de Transporte de EE.UU. (DOT) ha finalizado una norma para modificar su política de pruebas de drogas de una manera que podría tener implicaciones significativas para los camioneros, conductores comerciales, pilotos y otros trabajadores de tránsito regulados por el gobierno federal que consumen marihuana fuera del trabajo.

En una notificación del pasado martes, el departamento informó de que había completado el proceso de elaboración de normas para el cambio de política, que permitiría realizar pruebas orales de saliva como alternativa a las pruebas de orina.

Los análisis de orina para detectar THC son muy poco fiables, ya que los metabolitos pueden aparecer semanas o meses después del consumo. Dichos análisis dan a menudo falsos positivos en personas que, en realidad, no han consumido en el trabajo, sino en su tiempo libre. Estos "falsos positivos" son dignos de mención porque los datos del Departamento de Transporte publicados en enero mostraron que decenas de miles de camioneros comerciales han dado positivo por marihuana como parte de los controles obligatorios a nivel federal y una parte significativa de esos camioneros se negaron a volver al trabajo, contribuyendo a una escasez de mano de obra.

En consecuencia, el DOT propuso el año pasado que se añadiera la prueba de saliva oral como opción alternativa. Tras un periodo de comentarios públicos, el DOT aprobó la norma sobre las pruebas de saliva oral, que entrará en vigor el 1 de junio.

Dependiendo de la frecuencia de consumo, el THC suele ser detectable en la saliva entre una (1) y 24 horas después del consumo, según el DOT. En su comunicado, el DOT dijo que "las pruebas de fluidos orales pueden detectar el uso reciente de algunas drogas, incluyendo la marihuana y la cocaína, mientras que las pruebas de drogas en orina tienen una ventana de detección más larga."

Además, la norma finalizada del DOT establece un umbral de 4 nanogramos por mililitro para la prueba de detección de THC, de modo que no sólo detectaría el THC, sino que también eliminaría las posibilidades de que las pruebas dieran positivo como resultado de una exposición pasiva.

Será interesante ver si las fuerzas del orden locales, municipales y estatales empiezan a utilizar estos métodos de prueba para determinar si los conductores están alterados y/o bajo los efectos del THC.