El año pasado le pedí a mi buen amigo Andrew Hupert, de North American Strategic Planning, que me explicara qué implica trasladar la fabricación de China a México. Elegí a Andrew porque ha pasado mucho tiempo tanto en China como en México, navegando por sus sistemas de fabricación desde dentro. Mi bufete consultó con frecuencia a
El año pasado le pedí a Andrew Hupert que me explicara qué se necesita para trasladar la fabricación de China a México. Elegí a Andrew porque ha pasado mucho tiempo tanto en China como en México, navegando por sus sistemas de fabricación desde dentro. Mi bufete consultó con frecuencia a Andrew cuando empezamos a trabajar en China.
El año pasado le pedí a mi buen amigo Andrew Hupert que me explicara lo que implica trasladar la fabricación de China a México. Elegí a Andrew porque ha pasado mucho tiempo tanto en China como en México, conociendo sus sistemas de fabricación desde dentro. Mi bufete de abogados consultó con frecuencia a Andrew cuando empezamos.
El año pasado le pedí a mi buen amigo Andrew Hupert que me explicara qué implica trasladar la fabricación de China a México, en gran parte comparando ambos países. Elegí a Andrew para esta tarea casi hercúlea porque ha pasado mucho tiempo tanto en China como en México, navegando por sus sistemas de fabricación desde dentro.
China está respondiendo a las tensiones con EE.UU. y la UE de formas sorprendentes, como la creación de centros de producción y distribución en México y el aumento de su participación en América Latina. ¿Qué tiene esto que ver con su negocio? Más de lo que cree.
Esta es la tercera parte de una larga serie de Scott Holbrook y Adam-Paul Smolak sobre cómo Estados Unidos y el resto del mundo pueden recuperar gran parte de la fabricación que enviaron a China y, de este modo, traer puestos de trabajo de fabricación de alto nivel a Estados Unidos y a los países aliados. Acceda aquí a la Parte 1,
