Proceso utilizado, entre otras cosas, para determinar los niveles de Δ9-tetrahidrocannabinol (THC) en el cannabis calentándolo para convertir el ácido THC (THCA) en THC. Los detractores de la descarboxilación señalan que los resultados de las pruebas contienen niveles más altos de THC y pueden convertir en ilegal el cáñamo cultivado legalmente.

Norma provisional de la Agencia Antidroga de los Estados Unidos que entró en vigor el 21 de agosto de 2020 y pretendía aclarar los cambios en la legislación federal como resultado de la Ley de Mejora de la Agricultura de 2018. La norma sostiene que todos los cannabinoides sintéticos, y cualquier derivado del cáñamo que contenga más de un 0,3% de Δ9-tetrahidrocannabinol (THC) se consideran marihuana para