"Casi todo lo que hacen sobre el terreno les pone en peligro", afirma Dan Harris, abogado corporativo con negocios pasados en China, que ha tenido clientes que han llevado a cabo la diligencia debida en la cadena de suministro en China.

Dan Harris, abogado que representa a importadores estadounidenses, dijo que ha recibido cada vez más peticiones de ayuda para hacer frente a las demandas de pago de Sinosure en nombre de exportadores chinos.

"Antes de la guerra comercial, podía pasar... cuatro o cinco meses sin recibir un correo electrónico de Sinosure, ahora recibo cuatro o cinco a la semana", dijo Harris, socio director del bufete internacional Harris Sliwoski.

"Las leyes chinas sobre tecnologías forzadas son papel mojado; la realidad puede coincidir o no con el papel mojado", afirma Dan Harris, socio director en Seattle del bufete de abogados Harris Sliwoski, que ayuda a las empresas a resolver problemas legales en el extranjero, incluida China.

"Generalmente pienso que en algo así, la historia pasada es el mejor predictor de los resultados futuros, y pocos discuten que China lleva 10 años diciendo que se abriría y que dejó de hacerlo hace unos cinco años".

El Departamento de Comercio cuenta con un proceso de apelación para que las empresas intenten salir de la lista, pero no está claro si ZTE podría recurrir a él porque el caso ya había sido objeto de un acuerdo, según personas familiarizadas con el asunto.

Aun así, ZTE tendría pocos recursos a corto plazo porque las apelaciones tendrían que ser aprobadas por el BIS, la misma agencia que emitió la prohibición.

Las empresas deben presentar recursos ante un comité que emitiría una resolución en un plazo de 30 días, según el sitio web de la agencia.

La mejor oportunidad de ZTE sería si las empresas estadounidenses deciden presionar a la administración Trump para que levante la prohibición y así salvar sus negocios con ZTE, dijo Adams Lee, abogado de comercio internacional de Harris Sliwoski.