Los concentrados de cannabis se han convertido en la piedra angular del consumo moderno de cannabis, ofreciendo una forma potente, limpia y diversa de experimentar los cannabinoides y terpenos. Estos productos, que van desde el shatter hasta la cera y la resina viva, se obtienen mediante sofisticados métodos de extracción que ofrecen sabores e intensidades mejorados a los consumidores. Tanto para los consumidores de cannabis experimentados como para los profesionales del sector, es esencial comprender los matices de las concentraciones.
Sin embargo, con frecuencia se plantean preguntas sobre si los concentrados de alta potencia son seguros para los consumidores, y qué medidas tomarán los legisladores de Washington (así como los de otros estados), si es que lo hacen. Hasta entonces, para los productores de concentrados de cannabis todo sigue igual, y el negocio está en auge. Así que echemos un vistazo a qué son los concentrados, cómo se hacen y qué productos disfrutan los consumidores como resultado de esta innovadora técnica para disfrutar del cannabis.
¿Qué son los concentrados de cannabis?
Los concentrados de cannabis son productos derivados de la planta de cannabis ricos en cannabinoides (como THC o CBD) y terpenos. Estos son los componentes que tienen cualidades psicoactivas y te hacen sentir bien. Al extraer y aislar estos compuestos del material vegetal, los productores crean una variedad de productos potentes y sabrosos que se pueden encontrar en las tiendas de muchos estados donde el cannabis es legal. Los concentrados pueden variar en consistencia, potencia y uso, proporcionando un disfrute personalizado a los consumidores.
¿Cómo se elaboran los concentrados de cannabis?
La producción de concentrados de cannabis implica métodos con o sin disolventes, cada uno de los cuales ofrece ventajas únicas para aumentar la potencia y da lugar a distintos tipos de concentrados.
Extracción con disolventes
Los métodos basados en disolventes utilizan productos químicos como hidrocarburos, dióxido de carbono o alcohol para disolver y aislar los cannabinoides y terpenos del material vegetal. Este proceso requiere una manipulación y una tecnología precisas para garantizar la seguridad y la calidad. Las técnicas basadas en disolventes más comunes son:
- Extracción de hidrocarburos: El butano y el propano se utilizan a menudo para crear productos como shatter, cera y crumble. Los hidrocarburos extraen eficazmente los cannabinoides y terpenos de la planta, pero requieren un sistema de circuito cerrado por seguridad debido a su naturaleza inflamable. Los sistemas de circuito abierto están expuestos al ambiente externo, y cuando se utilizan materiales inflamables existe la posibilidad de una combustión no intencionada. Los sistemas de circuito cerrado limitan la exposición externa y son más seguros, aunque mucho más caros.
- Extracción con CO2: La extracción con CO2 supercrítico emplea dióxido de carbono a alta presión para separar compuestos. Durante este proceso, el dióxido de carbono cambia entre los estados gaseoso, líquido y sólido. Este método limpio y ecológico es el preferido para crear productos versátiles sin disolventes residuales.
- Extracción de etanol: El etanol se utiliza para producir superconcentrados. Aunque es eficaz, la polaridad del etanol puede introducir impurezas como la clorofila de la planta, lo que afecta a la calidad del producto final.
Extracción sin disolventes
Las técnicas sin disolventes evitan por completo los productos químicos y se basan en procesos mecánicos como el calor, la presión o la agitación. Estos métodos suelen considerarse más seguros y naturales, y dan lugar a productos como:
- Colofonia: Elaborada prensando la flor de cannabis o el hachís con calor y presión, la colofonia es un concentrado puro que conserva gran parte del perfil natural de la planta.
- Kief: Extracción sencilla que consiste en tamizar los tricomas a través de una malla fina para obtener un concentrado en polvo.
- Hachís de burbujas: Utilizando agua helada y agitación, el bubble hash separa los tricomas mecánicamente, creando un concentrado de alta calidad sin disolventes.
Tipos de concentrados de cannabis
El resultado de estos procesos de extracción es una gama de productos, cada uno con características únicas:
- Shatter: Un concentrado quebradizo como el cristal, de gran potencia y aspecto translúcido. Los principales métodos de extracción para producir shatter son el butano y el propano, lo que lo hace increíblemente potente.
- Cera/polvo: Cremosa y maleable, la cera ofrece una textura suave, por lo que es fácil de manejar y utilizar como dab.
- Resina viva: Elaborada a partir de cannabis ultracongelado, la resina viva conserva el perfil de terpenos de la planta, proporcionando un sabor y aroma mejorados.
- Aceite: El aceite de cannabis, un concentrado versátil que se suele utilizar para vaporizar o consumir, puede variar de grosor en función del uso al que se destine.
- Caviar/Moonrocks: Cogollos recubiertos de resina de alta calidad y enrollados en kief, que ofrecen una experiencia ultrapotente.
La evolución de los concentrados de cannabis
La industria del cannabis ha recorrido un largo camino desde los rudimentarios y a veces peligrosos métodos de traspatio del pasado. Los avances modernos en la tecnología de extracción han dado lugar a productos más seguros, eficientes y de mayor calidad. Desde los sistemas de hidrocarburos de circuito cerrado hasta las innovaciones en técnicas sin disolventes, los productores siguen innovando y elevando la calidad y la cantidad de los nuevos productos del cannabis.
Potencia y legalidad de los concentrados de cannabis en el Estado de Washington
El estado de Washington no limita la concentración de THC en flores y concentrados. En 2022, la concentración media de THC en los concentrados era del 69%. Hoy en día, los concentrados de cannabis suelen tener un rango de THC de entre el 60 y el 90%. Según la Junta de Licores y Cannabis del Estado de Washington, el kief y el hachís suelen oscilar entre el 50 y el 80% de THC. Estos concentrados altos permiten que los efectos del cannabis se sientan mucho más rápida e intensamente.
Muchos han planteado la preocupación de que estas altas concentraciones puedan causar efectos negativos en la salud de los metales, aunque muchos consumidores consideran que los beneficios superan cualquier riesgo potencial. Y el consumo de concentrados de cannabis ha aumentado drásticamente desde la legalización. Otros estados limitan la potencia de THC por producto o categoría o los gravan de forma diferente, pero el estado de Washington no lo hace.
Aunque en el estado de Washington se ha pedido que se tomen medidas sobre la potencia de estos productos, no se ha hecho mucho. Esto se debe en parte a la preocupación de que la regulación de estos productos los empujaría al territorio del mercado negro y haría poco para eliminarlos del alcance de los consumidores. Algunos, como la Autoridad Sanitaria del Estado de Washington, han pedido que se aumenten los impuestos sobre los productos de alta potencia.
En Washington se han propuesto proyectos de ley para regular los concentrados de cannabis de forma diferente a la flor de cannabis, incluido un proyecto de ley que limitaría la potencia de los concentrados de cannabis al 30%, e incluso aumentaría la edad para comprarlos. Aunque se trataba de un proyecto de ley bipartidista que se ha propuesto dos veces en los últimos dos años, no ganó suficiente tracción para ser aprobado en 2024.
En apoyo del proyecto de ley, los legisladores citan a un grupo de investigadores del cannabis que concluyó que "el consumo de cannabis con altas concentraciones de THC aumenta las probabilidades de desarrollar un trastorno por consumo de cannabis o adicción al cannabis, especialmente entre los adolescentes." Y que "el consumo de cannabis de alta potencia puede tener consecuencias para la salud mental de por vida". A pesar de estas preocupaciones, los defensores del cannabis no se dejan convencer.
Otras investigaciones anteriores realizadas con fumadores recreativos de Washington incluyeron pruebas cognitivas después de que los consumidores consumieran concentrados vapuleados, y estos resultados pintaron un panorama diferente. Los investigadores no encontraron ningún impacto en la toma de decisiones de los consumidores en comparación con el grupo sobrio. Tampoco observaron consecuencias sustanciales para la salud metal en su estudio. Aunque había indicios de que la memoria se alteraba durante y después del consumo en algunas pruebas, en otras no había diferencias significativas entre los consumidores de cannabis y el grupo de control sobrio. El organizador del estudio se mostró optimista respecto a la amplia disponibilidad de concentrados y concluyó que era "alentador ver que los concentrados no aumentaban los daños".
Quienes se oponen a este tipo de regulaciones propuestas en Washington en 2024 sostienen que tales restricciones crearían diferencias arbitrarias en el tratamiento del cannabis que, en última instancia, perjudicarían a los consumidores, a la industria y a los usuarios medicinales.
Conclusión
Los concentrados de cannabis están a la vanguardia de la innovación del sector, mezclando ciencia, tecnología y arte para crear productos diversos y potentes. Para los consumidores, estos productos ofrecen un nuevo nivel de personalización e intensidad, y los productores de cannabis son cada vez más inventivos en su empeño por aumentar la potencia del cannabis y llegar a los consumidores con productos que puedan disfrutar. Por el momento, hay pocos indicios de que el Estado de Washington vaya a aplicar restricciones a los concentrados de cannabis, por lo que los consumidores pueden seguir disfrutando de este avance de la ciencia cannábica por el momento.